El sexo
siempre ha sido un tema controversial para mí, especialmente porque suelo tener
posturas y creencias mucho más flexibles que la mayoría de la gente que
conozco. Hace unas semanas estaba conversando con un amigo sobre la persona con quien he estado saliendo y la forma en que fueron escalando las cosas y él cuestionó severamente
mi modus operandi. Sin ánimos de revelar muchos detalles, en la opinión de mi amigo, se lo había dado muy rápido a quien, por cierto, hoy es formalmente mi novio (JA!). Sus palabras textuales fueron: “yo no puedo creer que a estas alturas tú no comprendas las
consecuencias de acostarse con alguien con quien no tienes ni un mes saliendo.”
Qué tan rápido
la mujer entrega es un tema de conversación
y hasta de debate. Aún hoy prevalece la creencia que hay una relación
directamente proporcional entre el tiempo que se pone un hombre a coger lucha y
el nivel de seriedad con el que ese hombre valorará a dicha mujer. Cuentan mis
amigas que todavía en el siglo XXI hay hombres que se afician más de quienes
tratan como un tesoro ese famoso agujero que llevan entre las piernas... #EnSerio #ATuEdad
Por
supuesto, hay un trasfondo machista detrás de esta ideología. Para empezar, la
idea de “hacerse la difícil” se desprende de la creencia de que a la mujer hay
que convencerla; es decir, influenciarla a creer o considerar algo, robándole la
posibilidad de tener una opinión propia. Esta misma lógica hace que ella se
convierta en un premio para el hombre que la conquista, una especie de trofeo
que él exhibe con orgullo pues es un merito a su esfuerzo. Aunque en principio esto suene deseable y
romántico, es una forma de deshumanizar a la mujer, además de objetificarla. Ya
el valor no reposa en sus cualidades y virtudes sino en qué tanto tiempo,
dedicación e incluso dinero, debe invertir el hombre en conseguirla. La mujer
deja de ser deseada por quién es y pasa a ser deseada por el reto que supone
para su conquistador.
Por otra
parte, la noción de que el interés del hombre hacia una mujer viene
condicionado por el tiempo que ella tarda en irse a la cama, supone que el
valor de esa mujer como ser humano se reduce a la administración de su vagina. O sea,
cuando un hombre suelta a una jeva en banda porque la tipa se lo dio muy rápido…
más o menos qué es lo que pasa por la cabeza? que como ya lo dejó llegar a home no hay nada más que ella pueda
ofrecerle? La mitad de la población mundial tiene exactamente los mismos órganos
sexuales y reproductivos, creo que si vamos a buscar características que hagan
a una mujer especial no deberíamos concentrarnos en la única cosa que la iguala
al resto de las mujeres del planeta tierra.
Lo mismo
ocurre cuando una mujer intenta guardar su vajayjay como la última carta a
jugar, guardando lo mejor para el final. Es un reconocimiento tácito de que muy
por encima de sus capacidades, valores y virtudes, el sexo es la cherry on top.
Mi mamá,
una machista tradicionalista en negación, me crió con la creencia de que un
hombre jamás respeta o valora a una mujer con la que se acuesta sin mucho
esfuerzo. Desde muy joven solía responderle que el hombre que solo me quiera
por los placeres que puedo ofrecerle se está perdiendo lo mejor de mí y que yo
no estaba interesada en un hombre que no pueda valorarme más allá de mi cuerpo
y lo que pueda hacer con él.
La otra
cara de la moneda está compuesta por imaginarios igualmente perniciosos. La
idea de que desde la femineidad el sexo se concibe como un acto de amor,
mágico, casi etéreo y lleno de sentimientos, mientras desde la masculinidad el
sexo es sencillamente lo que es… sexo; alimenta la creencia de que la mujer
tiene que guardar sus fluidos corporales para cuando su pretendiente se los
haya ganado. Robarle a las mujeres el disfrute de la sexualidad por la
sexualidad misma, es posiblemente uno de los mayores triunfos del machismo.
Ahora bien,
con esto no intento hacer un llamado a la promiscuidad y al abandono del
decoro, pero me parece que es momento de redimensionar ciertas cosas. Que un
hombre se crea capaz de desestimar a una mujer basado en qué tan rápido logró
acostarse con ella, o que nuestras madres quieran hacernos creer que seremos
valoradas en la medida en que nos hagamos las difíciles, o que nosotras mismas
creamos que nuestra entrepierna es una especie de premio o regalo, es
denigrante y acrecienta las desigualdades, especialmente porque los hombres no
están sujetos a las mismas restricciones ni son juzgados por el mismo sistema
de creencias.
Una
invitación a la reflexión es impostergable. Cuando otorgamos tanta importancia
a aspectos tan terrenales y carnales como el sexo, restamos mérito a las
interacciones que generan verdadera intimidad entre dos personas, la mayoría de
las cuales pasan encima de las sábanas y no debajo de ellas. Esto no significa que yo les recomiende darle
libre entrada a Villegas y to’ el que llega, sino a sentirnos en libertad de
actuar según nuestros deseos sin temor a ser desvalorizadas o a perder el
interés de un hombre… con tantas cosas que tenemos para ofrecer, por qué
alguien habría de conformarse con unos cuantos orgasmos?
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Simplemente genial.
ResponderEliminarThis is truly great! Bien dicho.
ResponderEliminar¡Magnífico!
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ResponderEliminarExcelente artículo.
ResponderEliminar👏👏👏 genial!!!
ResponderEliminarEste árticulo esta a 1000 años luces de la capacidad de asimilación de una sociedad sumergida en el mito y la leyende, semejante a la vivida por la humanidad en la Edad Media. Te felicito por la franqueza de tus planteamientos y la claridad de tu texto. BR
ResponderEliminarHonestamente muy bueno. Hay cosas que me generaron cierto "disvareo" pero su valor se perpetua tras su conclusión.
ResponderEliminarNunca comento en casi ningún lado- pero este es el MEJOR post que he leído sobre este tema in ages! Just magnificent!! Que siga propagándose esa mentalidad para que tengamos relaciones más equitativas y libres.
ResponderEliminarQue bueno, celebro tan interesante reflexión.
ResponderEliminarQue bueno, celebro tan interesante reflexión.
ResponderEliminarWaoo! Excelente! Te felicito Niña
ResponderEliminarMe parece que tu amigo conoce al estereotipo común de hombre dominicano muy bien, y se preocupó. No creo que la sociedad este tan encerrada como se cree, lo que existe tal ves es temor de aceptarlo. Tampoco considero la joven generación capaz de digerir esto con el nivel de madurez que requiere, pero siempre que se abra una puerta a la discusión de temas tabú es bueno, es un golpe más al block ideológico de algunos en nuestra sociedad.
ResponderEliminarMuy de acuerdo, una mujer en todo el sentido de la palabra tiene la personalidad para ofrecer mas que sexo, es lamentable que muchas mujeres entiendan este concepto machista de la espera como definitivo, cuando la verdad es que si como persona, no tienes nada que ofrecer a la otra persona (mental y espiritualmente) irremediablemente no se quedara a tu lado.... Aunque se lo des en el próximo milenio.
ResponderEliminarbuen articulo, felicidades!
ResponderEliminarEs cierto que la sexualidad de la mujer no debería venderse como un regalo que se le da al hombre.
ResponderEliminarNi que la mujer valga por cuanto espera o no.
Pero pienso que si hay que esperar y tener pudor.
Si te comportas como un valor, serás valorada, pero si te comportas como un objeto, serás objetizada. "Las personas fueron creadas para ser amadas y las cosas para ser usadas, el problema es que ahora las cosas están siendo amadas y las personas usadas".
ResponderEliminarInteresante artículo. Creo que se deben ir elimando esos tabues, pero no todas las mentes entenderan esto, esto va depender de que tan "open mind" seas y sobretodo si conoces el valor que tienes como persona. Es importante también estar clara/o con el tipo de persona que te vas a relacionar. Que si esperar más, que si esperar menos? al final si deciden dejarte o no, no va depender de ti. A.M
ResponderEliminarExcelente artículo. Felicitaciones!
ResponderEliminarMas claro no canta un Gallo. 🙌 Bravo! La sociedad definitivamente necesita un par de luces como las que da el articulo.
ResponderEliminarMas claro no canta un Gallo. 🙌 Bravo! La sociedad definitivamente necesita un par de luces como las que da el articulo.
ResponderEliminarsantisimo,que articulazo. Sobretodo para nosotras las mujeres..señoras,somos seres igualitos a los hombres
ResponderEliminarTremenda joya este artículo. Es una reflexión de oro, oportuna y quizas muy elevada para el modo en que aun hoy adoptamos los canones establecidos y que no permiten que avancemos en una lucha por la igualdad por poner un ejemplo.
ResponderEliminarHace tiempo que me hacia falta escuchar. A una mujer tan madura. Asi como tu. Aveces nos encerramos en creencias que nos atan. Pero esto es ser maduró y utilizar la libertad. De complacerte a ti no a sometimiento de creencias ajenas. Me encantó.
ResponderEliminarEstoy asombrada de haber encontrado alguien con un pensamiento tan parecido al mio. Buenísimos artículos y este en especial!
ResponderEliminarGenial!!!
ResponderEliminarJe, je, ...todo ese bello ejercicio de logica posmodernista y progresista se cae por su propio peso si se considera lo siguiente: Yo puedo ser el mismo "macho" que solo valore la mujer por los polvos que pueda echarle independientemente de que me ponga a cojer lucha o no, es decir, toooda la opinión de la autora se basa en la suposicion -errónea por demás- de que si me lo da rápido, yo valoraría su condición de mujer más que si se hace la difícil. Y SU FORMA DE ACTUAR DIFICILMENTE CAMBIE MI NATURALEZA....Además, ese periodo "precoital" pudiera utilizarse precisamente para conocer si yo soy en verdad un caballero o solo soy un patán con ganas de agregar una cuenta más a mi larguísimo rosario. Pero por6si lo anterior no fuese suficiente, la lógica masculina indica claramente que si me la doy de una vez, muy posiblemente así se la de cualquiera porque, quien soy yo? Brat Pitt? Mas mujeres con esta mentalidad es precisamente lo que necesitan los hombres que la autora pretende criticar.
ResponderEliminarExcelente su post, una mente muy clara y abierta.
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