En el pasado
día de los padres vi una inusual serie de publicaciones criticando a las
mujeres que han asumido los roles de madre y padre en la crianza de sus hijos,
hasta el punto en que vi que se les culpabilizaba, ya sea porque no supieron
ser esposas o porque no supieron elegir a sus parejas. Como hija de una mujer
que tuvo que criarme sola, sentí que los comentarios tocaban una fibra sensible
en mí. Sin embargo, me dije a mi misma que lo dejara pasar… pero mi misma va a
explotar si se guarda toda esta indignación.
Como de
costumbre, en temas que involucren los roles que juegan hombres y mujeres
tenemos que referirnos a los imaginarios que se construyen socialmente alrededor
del género y que sirven de justificación para las diferencias conductuales entre unas y otros. Para
nadie es un secreto que la maternidad se ha definido tradicionalmente como un
componente identitario para las mujeres. Hay un imperativo social que exige a
las mujeres que sean madres. Pero el ejercicio de esa maternidad también está
sujeto a un conjunto de normativas: no solo es ser mamá, sino además ser una
madre sacrificada, abnegada, dispuesta a poner a su familia primero que a su
carrera y capaz de reconocerse a sí misma como la principal y posiblemente única
responsable de la crianza y el devenir de sus hijos.
En cambio,
la paternidad nunca ha jugado un papel preponderante en la identidad de los
hombres. Por eso no ha de sorprender a nadie que todavía hay gente que cree que
hay que felicitar y agradecer al papá que cambia pampers y asume su cuota de
responsabilidad en el hogar. La idea de que el hombre provee mientras la mujer
atiende el hogar prevalece en las mentes de los dominicanos disfrazada de (leer
en tono de desaprobación):
“ella se la
pasa trabajando, yo no sé cuándo es que atiende a los muchachos”
“esos carajitos
siempre andan etrujao’ porque es que ella nada más se la pasa pendiente al
gimnasio, privando en joven”
“Esos niños
salieron todos descarriados porque dime tú… la mamá na’ ma’ vive subiendo foto’
en Instagram”
“A mi que
no me vengan con pendejá… que mai’ e’ mai’”
“El marido
de ella es una estrella, se ha fajao’ pa’ que en esa casa nunca falte nada”
Es tiempo de normalizar una distribución justa de los compromisos y las tareas que vienen con los hijos. A pesar de lo que quiere hacernos creer el patriarcado: el pene no es un indulto para los padres irresponsables y la vagina no monopoliza la labor de la crianza y el cuidado. Los hombres tienen exactamente la misma cuota de responsabilidad sobre sus hijos que las mujeres, ni más ni menos, solo desde la misoginia podría decirse lo contrario. La aspiración es que ninguna mujer se vea nunca en la obligación de ser madre y padre al mismo tiempo, pero en lo que ese día llega… que se echen todos los bombos que quieran, que a esas mujeres es que hay que hacerles monumentos.
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Excelente reflexión! De acuerdo con todo... Bravo para las mujeres que son Madre y Padre... Bien merecido y Vergüenza para esos hombres irresponsables y ausentes (no merecen ni ser llamados padres).
ResponderEliminarTu orgullosamente miras este tema con tus anteojos feminista que esta errado. En una distribucion de poblacion el 10% o menos de la poblacion de hombres esta en carceles y el otro esta en posiciones de exito. Lo mismo para el tema del machismo. La mayoria de hombres esta en el medio y no golpea a las mujeres y les encanta ser padres. Es una creencia falsa que el hombre no quiere ser y disfruta ser padre. Te reto a que le preguntes a los hombres de tu entorno si no ayudan a sus esposas. En lo referente a las mujeres llamarse padre en ese dia , es una tendencia del feminismo: ocupar todos los espacios de los hom bres . Ya destruyeron los Boy Scouts , fraternidades en Universidades Norteamericanas y siempre con el mismo cuento que somos inseguros en nuestra masculinidad etc. Lee https://therationalmale.com/2014/06/03/male-space/
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