La idea de
vivir sola viene aposentándose en mi cabeza desde hace unos 10 o 15 años. No
había ni entrado a la pubertad cuando ya anhelaba poder emprender mi propio
vuelo. Pero por supuesto, una idea que desafíe el tradicionalismo debe estar
lista para la batalla. Naturalmente, mi madre es su principal opositora. En un
principio supuse que la ferviente resistencia de Vivian (mami) tendría algo que
ver con mi inmadurez, mi ingenuidad, mi incapacidad de valerme por mi misma y;
en consecuencia, asumí que en la medida en que me convirtiera en una mujer
trabajadora, madura e independiente la idea de que yo abandonara el nido
dejaría de ser un tormento en su cabeza.
Pero como
en tantas otras ocasiones, me equivoqué.
Con el
pasar de los años la oposición a mi idea parece encrudecerse con una intensidad
proporcional al incremento en la posibilidad de su ocurrencia. Claro, muchos de
ustedes dirán que es natural que una madre sea sobreprotectora con su única
hija y precisamente que dicha sobreprotección sea comprensible y hasta
justificable en el caso de las mujeres es lo que me tiene con los guantes
puestos. Recuerdo que en una ocasión en un intento de debatir sobre el tema mi
mamá me dijo que no entiende porque es que yo quiero actuar como si fuera un
hombre. Lo cual resulta particularmente interesante viniendo de una mujer que
siempre ha defendido que las mujeres somos más maduras que el sexo opuesto. Además,
por su interrogante puedo concluir que en su mente es razonable, o al menos
comprensible, que un hombre busque su independencia, pero es inaceptable que
una mujer desee hacerlo.
No creo que
sea necesario que comparta con ustedes sus replicas y los argumentos que
sostiene para acertar que la idea de mudarme solo es comparable con organizar un
complot para asesinar a Barack Obama: una idea descabellada, cruel, insensata y
con el fracaso garantizado. Al final, siempre termina parándose sobre los mismos
prejuicios: una mujer, sin importar quien sea, jamás merecerá el privilegio de
pertenecerse a sí misma, porque a pesar de todo, siempre necesitará de alguien
que la proteja, alguien que la guíe y alguien que pueda tomar mejores
decisiones por ella. Esto explica perfectamente por qué Vivian no presentaría
ninguna objeción a que salga casada de la casa mañana mismo, pero no sola,
nunca sola –porque obviamente llevar un matrimonio no requiere de tanta madurez
como tener un apartamento de soltera. Es un traspaso de propiedad, o al menos así
ella lo imagina. Ahora le pertenezco, luego le perteneceré a mi esposo, pero en
el medio no hay ni debe haber un espacio para que yo coseche mi individualidad
bajo la vigilia de mis propios principios y sin la supervisión de alguien más.
Me
entristece la certeza de que si yo fuera un hombre la discusión sería distinta
y su principal preocupación sería que no me alimente adecuadamente o que la
haga abuela antes de tiempo; en lugar de cuestionar directamente la madurez de
mis decisiones y mis capacidades para enfrentar un reto semejante. Tengo casi
25 años con una carrera prometedora, muchos éxitos cosechados, suficientes diplomas
en mi pared y, sin embargo, parece que tengo demasiados ovarios y no
suficientes pelotas como para vivir sola.
Aunque el
tema en esencia pueda parecer trivial, el verdadero problema es que seguimos
reproduciendo e internalizando dobles morales. Cada vez que una madre (o un
padre) le dice a su hija que necesita un novio que le resuelva, también le dice
que ella no puede ingeniárselas por sí misma. Cada vez que alguien le dice a su
hija que necesita un hombre que la repre$ente, también le dice que ella es
incapaz de satisfacer sus propias demandas. Cada vez que mi mamá me dice que no
debo mudarme sola, pero si puedo mudarme cuando me case, también me dice que
nunca podré extender mis alas más allá de la jaula que ha sido socialmente
construida para mí.
Pamela Martínez Achécar
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Ay las madres y en muchos casos Ay los padres, yo me fui a vivir un año sola ( mi idea era mas pero la situacion no lo permitio) y el discuros siempre fue el mismo, hija no tienes que irte, esta es tu casa, debes irte casada y asi. y mi respuesta siempre eran las mismas, no me voy porque no los quiera ni porque esta no es mi casa, me voy porque necesito mi independencia y ver de que estoy hecha sin ustedes, algun dia van a faltar y necesito ser sheila sin mis viejos. y asi lo hice conoci muchas cosas de mi que no sabia. No te lo niego fue dificil, porque no habia nadie quien me apagara la luz luego de estar en la cama, y mucho menos quien me trajera agua y luego de llegar cansada de trabajar tenia que poner a cocinar y limpiar, pero no me arrepiento de NADA es una experiencia que todos debemos vivir para saber que la vida no es como uno siempre piensa. y si tienes como sustentar tus gastos te recomiendo que lo hagas ( se va mucho dinero) .. los padres siempre van a hablar y a decir que no, pero esta en ti demostrarle que si. obvio siempre llamala, dejale saber que estas comiendo bien y no dejes de visitarla. ( y pon siempre seguridad en tu casa) pero fuera de todo. te animo a que lo hagas..... Suerte y me dices como te fue... PS: Los padres nunca quiere que seamos grandes pero ellos saben que lo haremos. aun asi el amor sigue igual... Saludos.
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